sábado, 22 de agosto de 2015

La lucha eterna de mi espejo con el mundo.

(Beyoncé y Chimanda Ngozi tienen una de las 10 canciones que más hacen sentir empoderada a una mujer.)

Hoy fui de paseo con mi familia y me tomaron esta foto. Según yo, estaba más flaca.




Jamás he sufrido de un desorden alimenticio, pero como todas, he tenido problemas de inseguridad con mi cuerpo.

Hoy en día, hay muchas cosas que no entiendo por qué las mujeres hacen, como: rebajarse la edad, opinar sobre las decisiones de las demás e intentar tener un cuerpo que jamás podrán tener, porque cada cuerpo es diferente.

Me costó tiempo aprenderlo, pero se puede. Sin embargo debo admitir, que mi espejo y el mundo aún siguen en una constante pelea.

Jamás, en los 24 años de vida que tengo, me he sentido tan linda y cómoda con mi cuerpo. Mi mamá dice que eso es porque finalmente he crecido.

Crecí en una familia donde todas mis primas eran súper flaquitas. Desde chiquita era la más “llenita” a pesar de que era la única de mis hermanos que no tuvo sobrepeso de pequeña.

Es raro aceptarlo, pero todas esas críticas sí me afectaban y aunque a esa edad (4 – 6 años) aún no pensaba tanto en mi cuerpo; esas palabras se iban a quedar en mí y saldrían de mi cabeza como un muerto viviente, en el inicio de mi pubertad.

Cuando entré a los 13 años, no me atrevía a usar shorts o traje de baño. Creía que mis muslos eran demasiado grandes, que mi estómago estaba muy inflado y que mis hombros eran demasiado anchos. Me solía cubrir en chompas negras y jeans oscuros, para verme "más flaca"

Repito: No sé en qué momento ni por qué, de repente a los 20 y tantos, me sentí más linda y cómoda que nunca. Mi papá finalmente se enoja porque uso bikinis en la playa, shorts, vestidos, faldas, y todo el tipo de cosas que antes no hacía, porque sentía que mi cuerpo no estaría “a la altura”. Un día me levanté y me pregunté: ¿Por qué tengo que seguirme ocultando?

"Criamos a las niñas para que se vean como competidoras, no por trabajos o por logros que sería algo bueno; sino para llamar la atención de los hombres"



He aprendido que la persona que me quiera, tiene que hacerlo con todo y mis muslos anchos, mi baja estatura, mis rollitos en las caderas y mis cachetes. Y que también, nunca más voy a estar en mis 20’s y necesito disfrutar de mi juventud y mi cuerpo, sin importar lo que piensen los demás.

A pesar de que las mujeres aún tenemos muchos problemas por resolver, creo que es una buena época para nosotras. Me encanta ver cómo mis primas menores tienen más confianza que yo y se sienten más a gusto con sus cuerpos. Una vez conversé con una de ellas y me dijo "Si muchas usan minifaldas, ¿por qué yo no?"

En mi espejo me veo como la mujer más hermosa del mundo (ahora, casi todos los días). Para muchos, tengo bastantes defectos, pero la verdad ya no me importa.